Dr. Xavier Manubens: “En cooperación, parece que lo difícil es entrar, pero una vez que has entrado lo difícil es salir de este mundo”

El Dr. Francesc Xavier Manubens Bertrán es responsable de la Sección Colegial de Médicos Cooperantes del Colegio de Médicos Tarragona, que él mismo creó en 2011. El Dr. Manubens ha participado durante 17 años con la Fundación Vicente Ferrer (FVF) en sus proyectos en la India y desde el 2003, año de su primer desplazamiento como voluntario, ha realizado 25 estancias primero atendiendo a niños con discapacidad del aparato locomotor en la zona rural y, después, trabajando en el hospital de la Fundación ubicado en Bathallapali


Madrid  medicosypacientes.com

Según en esta entrevista recogida en “Médicos y Pacientes”, en cooperación, “parece que lo difícil es entrar, pero una vez que has entrado lo difícil es salir de este mundo”.
 
En el año 2013 emprendió junto al traumatólogo local, el Dr. Praveen, el proyecto de creación de un Servicio de Traumatología en el Hospital de Bathallapali, en la actualidad consolidado e independiente. También ha desarrollado su labor como voluntario en Haití con Médicos sin Fronteras (2010) y en Tchad los años 2010, 2011 y 2012 en el hospital Le Bon Samaritain de N´Djamenna. Se ha desplazado también a Gaza con la organización Médicos del Mundo en 2016 y a Etiopia (Bahir Dar) en 2019.
 
-Qué ha supuesto para la profesión y los Colegios de Médicos contar con una Fundación para la Cooperación? ¿Era necesaria?
 
Tener un entorno en el que poder intercambiar opiniones, expresar necesidades y modos de hacerlo es básico. Por ello estas iniciativas son tan importantes. Más que necesario diría que es conveniente, muy conveniente.  
 
- ¿Hacia dónde debe de caminar el trabajo de los Colegios de Médicos en lo que respecta a la cooperación?
 
Creo que hay muchas facetas donde hay que trabajar y sería bueno que pudiéramos ir trabajando y consensuando entre los distintos colegios y por ello es tan necesaria una organización desde la Fundación. Todos tenemos nuestras necesidades: recursos humanos, el aspecto legal por todas esas implicaciones que tiene el hecho de cooperar, uno no puede ir por ahí libremente, necesita un visado y unas condiciones legales, la responsabilidad civil y demás. Puede ser que todo esto no lo veamos de primera mano, pero ahí está. Básicamente, consensuar el tema de permisos, el tema de compañeros que están todavía en formación de la especialidad o si se puede arbitrar un sistema de rotaciones acompañados por otro compañero con titulación y experiencia.
 
- ¿Cuáles son las principales demandas en este ámbito de la profesión médica?
 
Yo creo que una de las demandas más importantes es el tema de personal. Poder incentivar a más compañeros, aunque yo sé que las situaciones no son fáciles. Se puede dar en momentos de la vida muy distintos: el que tiene la especialidad recién acabada no va a poder salir, después viene la familia y cuando ya llegas a una edad más adulta, que ya empiezas a tener más tiempo y una situación más consolidada… 
 
- ¿Considera que la pandemia ha podido motivar a cooperar a más médicos?
 
Todo depende de la actitud personal que uno adopte, pero creo que sí. Esta etapa habrá despertado en muchos compañeros esa visión sobre las necesidades básicas que se pueden tener. Y esto no es sólo para países fuera, también en nuestro propio país.  Estamos en un colectivo al servicio de unas necesidades sanitarias y es necesario que todos tengamos esa disposición hacia la cooperación para atender a las demandas sociales y humanas de la gente que nos rodea. 
 
- ¿Cómo valora el trabajo que se está haciendo hasta ahora en cuanto a cooperación en España?
 
Hay multitud de proyectos. La primera vez que te animas o te decides a hacer una salida ya te ‘pica un bicho’ que te dura para toda la vida. Parece que lo difícil es entrar, pero una vez que has entrado lo difícil es salir de este mundo. 
 
- Es usted una persona cargada de anécdotas e historias relacionadas con la cooperación, ¿puede contar alguna?
 
Hay miles de recuerdos. Uno de ellos sería de 2003, en un pueblo muy rural de la India. Estaba trabajando con uno de los primeros ortopédicos de allí, con la Fundación Vicente Ferrer. Había una niña arrastrándose. Yo veía que era un caso muy complejo y este hombre me decía: “Si operáramos y luego le ayudamos con fisio esta niña podría mejorar mucho”. Yo era un poco reacio, pero me dejé llevar por su opinión y la operamos. A los tres años volvimos a la misma aldea. Era la hora de comer y nos reunimos con los niños del lugar. Allí apareció una niña caminando, con un cubo de agua en cada mano para que todos se lavaran las manos. La niña era esa misma y, evidentemente, yo me emocioné muchísimo. 
 
¿A qué uno yo todo esto? Está muy bien el trabajo que tú puedes hacer allí es una aportación técnica, pero cuidado: la ubicación a nivel social, a nivel de terreno, de necesidades, de recursos o seguimiento… Déjate llevar por los locales. Colabora con ellos, no colabores con tu ego. Creo que lo básico es hacer un desplazamiento para darle a ellos el soporte que necesitan. 
 
- ¿Cree que cualquier perfil médico es válido para cooperar?
 
Por una parte, creo que es necesario una cierta preparación y experiencia. Creo que hay que ir a terreno con una preparación previa. Y si estás todavía en formación, lo ideal es que te puedas ir acompañado de alguien con más experiencia. Aun así, si la persona tiene la motivación y las ganas de dar una ayuda humanitaria es importante que vaya con la intención de aportar lo que ellos puedan necesitar de verdad.
 
- La FCOMCI y la FFOMC acaban de lanzar un curso de formación para la creación de proyectos de cooperación, ¿Cómo valora el nacimiento de este curso? ¿Cree que puede ser contraproducente que un médico se aventure a cooperar sin tener la formación adecuada en este campo?
 
Hay que diferenciar entre dos situaciones: cuando es una situación puntual de emergencia, hay que resolver lo antes posible y todo lo que puedas. Sin embargo, otra situación diferente es que tú vayas allí para tratar de crear un programa de desarrollo local y que sean ellos los que se formen. Ve allí a regar el árbol para que ese árbol crezca. 
 
En cuanto a este curso propuesto por las Fundaciones, diría que son muy importantes y que es necesario que se formalicen aún más este tipo de proyectos para que de verdad sea una buena cooperación. Esto no se trata de ir allí a cambiar su mundo, trata de ir a su mundo e intentar ayudarlos a cambiar su mundo desde dentro. 
 
- ¿Qué consejo le puede dar a quienes están entrando ahora en este mundo solidario o aquellos que estén pensando en dedicarse a ello?
 
Hazlo. No mires tanto los obstáculos, mira la realidad. El primer beneficiado, hablo a nivel emocional, eres tú. Hables con el compañero que hable de que haya hecho cooperación te va a decir que ver con tus ojos esa extrema necesidad, esa pobreza, ayuda a uno mismo. Por todo ello, el consejo que daría sería decir: Lánzate. Y no lo hagas de una forma ingenua y desesperada, vete a llevar tú aportación.